John les hizo unas señas a los demás guerreros. Estaban emboscando en las afueras de la cabaña desde la madrugada y ya era temprano en la mañana. Nada de rastro de los cazadores.
Todo esto era sospechoso y su lobo interior estaba demasiado inquieto.
Si Lucian estuviese aquí, todo sería diferente y