Narrador omnisciente
Para Irene y Tej su gran día al fin habi llegado, por ello ambos fueron abordados por sus amigos.
El abogado solo tuvo tiempo de despedirse con un beso ansioso y un abrazo que no deseaba terminar de la novia. Ambos se miraron por un segundo, gritando en silencio ese sentimiento que ambos compartían.
__ Te veo en el altar. - susurró Tej sobre los labios de su prometida. - Seré el que esté viéndote como idiota.
__ Yo seré la que llegue al último, me pondré un vestido blanco para que me reconozcas.- jugó ella a su vez.
__ Ya, ya. La novia se debe preparar y el novio...
__ De eso nos encargamos. - George fue quien tomó el codo del abogado. - ¡Aiden prepara los medicamentos para que no se duerma!
Tej no dijo nada, solo lo siguió pues no quería hacer enojar a su madre, la cual por mucho que amara, sabía que se había esmerado mucho en que todo saliera bien.
Uno rumbo a su apartamento pensaba en las posibilidades que mucho tiempo dijo que habían de casarse, nulas según é