Empecé a temblar mientras miraba la nieve con absoluto asombro. Miré hacia otro lado para ver a Andrew mirándome. Se le plantó una sonrisa en la cara mientras me miraba.
-Andrew -grité con un tono feliz ya que estaba a una buena distancia de mí, debido a que corría por ahí.
-Sofía -gritó, con las manos ahuecadas alrededor de su boca.
-Mañana tengo que ir a un baile con un niño de 15 años, pero después ¿podemos ir a esquiar? -le grité con un tono de interrogación.
-Nunca he esquiado -gritó, haciendo que mi mandíbula cayera al suelo.
-¡En serio! -le grité de vuelta. Agitó la