john la interrumpe, “no se preocupe señora, creo que esto demuestra el amor que usted ciento por su hija, creo que mis padres Arián lo mismo si me ven llorando y alguien con la mano levantada mis padres irían tras de él o al menos eso quiero imaginar,” “joven soy Gonzalo el padre zoy, insisto que pase, para que se relaje y vendarle el oído,” “está bien pero primero deje que su hija entre a su casa,” cuando dice esto zoy se sonroja y la mama es la única en notarlo.
Estando a dentro de la casa, el padre le pregunta a john, “disculpa joven, de donde conoces a mi hija,” “del trabajo señor,” “cuantos años tienes,” “tengo 24 y en meses cumplo 25,” “entonces eres un año más grande que mi hija, verdad,” “si señor,” “está bien, puedes llamarme Gonzalo,” “entonces yo