— Renata — logró decir Adrien tras cerrar la puerta con voz agitada, se secó el sudor de la frente e intentó calmarse para poder continuar hablando
— Lamento haberte provocado ese escándalo en la Prensa, quizá haya alguna manera de arreglarlo — respondió ella de prisa
— No viniendo aquí — respondió de golpe Adrien
— Lo siento — dijo Renata avergonzada
— Descuida, también estoy alterado, esto ya me tiene enfermo, es como si la Prensa, quisiera desbaratarme en un par de días, y mi madre me tiene más que fastidiado, pues esto me ha traído grandes desventajas con otros diseñadores que participarían en mi show — contestó Adrien agotado y buscando su silla para reposar
— Ves, lo tenemos, esa puede ser la solución a este caos, voy a trabajar contigo, hagamos un contrato, yo presentaré mi ropa en tu show y así tenemos a la Prensa callada — dijo Renata rápidamente. Adrien se quedó en silencio un momento, de verdad esa era una buena oportunidad para la empresa también, pues Renata era muy recon