Capítulo 101

Al día siguiente un reguero de prendas de vestir reposaba sobre la cama de Samantha, la joven frunció el ceño al darse cuenta de que sus jeans favoritos ya no se le cerraban. Se miró frente al espejo y acarició con ternura su pequeño vientre, que día a día iba creciendo.

Entonces escogió unos leggins negros, una blusa de mezclilla celeste, y sus botas bajas del mismo color de los pantalones, cepilló su larga cabellera castaña, y recordó las palabras de Fidel, entonces se sentó en la cama y llamó al laboratorio para saber sí ya tenían los resultados, pero le informaron que aún no estaban listos.

El aroma que provenía de la cocina, activó sus sentidos, entonces apareció Norita con su nuevo uniforme. Miró a su madre y sonrió.

—Estás muy linda —comentó—. Dice mi papi que ya está el desayuno —informó—, preparó unas quesadillas bien sabrosas.

Samantha le sonrió con ternura.

—Veo que ya las probaste —mencionó—, vos también te ves preciosa con ese uniforme —expresó y le acarició la mejil
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App