Capítulo 2

ISABELLA MONROE

Volví a mi mesa de maquillaje donde pude ver a Celeste que estaba sentada al lado de mi silla con los ojos fijos en la pantalla de su teléfono.

Finalmente, volví después de cerrar el espectáculo, fue fantástico y el vestido era tan hermoso. Sentía que no quería quitármelo, porque era así de bonito.

Había pasado un mes desde que rompí con Austin, él parecía estar bien con eso. Me dijo que estaba aburrido de mí, que no podía tener un tiempo para él, así que me engañó, ¿cómo pudo hacer eso? ¿Por qué no me dijo simplemente que necesitaba mi tiempo? Por qué tenía que echarme la culpa a mí cuando era claramente culpa suya. El hecho de que no lo sintiera me seguía doliendo, en especial, verlo con otra chica en las redes sociales.

—Por cierto, hay que darnos prisa, señorita Monroe, tenemos una reunión de emergencia con su agencia de modelos después de esto— dijo Celeste y finalmente me miró a mí que llevaba una bata.

—¿De qué trata la reunión? — Le pregunté.

—Hay un proyecto muy interesante para ti— dijo ella.

—¿Proyecto de qué? — le pregunté.

—Ya lo sabrás—, me dijo.

*

Entramos en el edificio principal de la agencia donde todo el mundo estaba siendo muy amable conmigo, cada persona que pasaba sonreía y algunos me saludaban.

Entré a la sala con Celeste detrás de mí y pude ver que Melanie estaba sentada en su silla actual y pude ver una sonrisa en su rostro, esperaba que fuera una buena señal para la reunión de ese día.

—Buenas noches, ¿cómo estás? — Melanie me saludo y yo sonreí.

—Bien, ¿y tú? — le pregunté.

—Bien, hola Celeste— dijo ella.

—¿Qué pasa? — le pregunté tras sentarme frente a ella mientras Celeste tomaba asiento en el sofá junto a la mesa de Melanie.

—Tenemos un socio especial este mes y además es un proyecto poco común para la agencia.

—Hablamos de este proyecto con los demás y pensamos que tú eras la indicada para este proyecto— Melanie sonrió y eso me hizo sonreír de alguna manera.

—¿De qué se trata? — le pregunté.

—Celeste no te lo ha dicho, ¿verdad? — preguntó Melanie.

Fruncí el ceño al saber que Celeste me estaba ocultando algo, ¿por qué no quería decírmelo si ya lo sabía?

—Solo dímelo— le dije.

—El proyecto no es de una marca famosa, ni de un diseñador famoso, sino que es nada menos que, de uno de los imperios más populares de Estados Unidos— me explicó Melanie.

—La empresa nos pide que elijamos a una de las modelos más capaces que pueda salir con el hijo que le sigue en la línea, Brendan Adams— explicó Melanie y yo jadeé.

¡Celeste, cómo no me habías hablado de esto!

Le lancé una mirada fulminante a Celeste antes de volver a mirar a Melanie, que seguía explicándome cómo funcionaba antes de enseñarme el documento del Adams Empire.

He oído hablar de Brendan Adams antes, pero he oído hablar de su mala reputación como un tipo que no podía mantener sus manos fuera de una mujer diferente cada semana. He oído que tenía un montón de amigos famosos también, lo que le hizo bastante popular en la revista. No lo he visto en una vida real, pero las noticias dijeron que no era realmente un buen tipo.

—Disculpe, ¿Brendan Adams? — Le pregunté una vez más para asegurarme de que no me equivocaba.

—Sí, es un hombre de 25 años y necesita limpiar su reputación para que pueda obtener la posición de su padre como el próximo CEO del Adams Empire. — Ella explicó y empecé a abrir los documentos delante de mí.

Mis manos abrieron el papel y mis ojos empezaron a leer el contrato, lo que tenía que hacer y lo que no. Pero algo me atrapó, era más como un guion para un casting de cine.

—¿Es un contrato de citas o una promoción? — me reí. —¿Por qué yo? — le pregunté.

—Porque eres la más capaz, tienes el corazón de todos, eres hermosa, eres una chica dulce, todo el mundo te conoce como una buena chica— dijo, entonces miré al suelo. —Y Celeste está de acuerdo— dijo.

—¡¿Qué?!— Dije, eso hizo que Celeste finalmente abriera sus ojos para mirarme.

—Sí, quiero decir, es un proyecto raro, ¿no? — Celeste le preguntó a Melanie.

Melanie soltó un suspiro y luego me miró con una sonrisa.

—No hay necesidad de preocuparse, ustedes dos pueden hablar mientras voy a hacer una taza de café— dijo antes de salir de su oficina.

—¿Celeste? ¿En serio? — le pregunté.

—Sí, tiene muchos beneficios que te posicionará mejor. Primero tu nombre, la atención de la gente. Cuando tienes mucha atención vas a tener muchos proyectos y trabajos. Es bueno para tu carrera.

—Yo lo entiendo, pero no quiero caer tan bajo con un tipo mujeriego y con esa mala fama— dije. —¿Y has oído hablar de Brendan Adams antes? ¡Es un jugador! Todo el mundo va a estar tan apenado por mí— dije.

—Vamos Isa, ¿hasta cuando vas a estar en una línea formal? Esto es algo nuevo. Solo debes darte una oportunidad de probar cosas diferentes. Además, puedes hacer que Austin se arrepienta de todo lo que te hizo dejando a la guapísima Isabella Monroe— dijo, pero no estaba ayudando.

—Pero…

—Nada de peros…

Vi que Melanie iba de camino a su oficina y ese fue el momento en el que debería tomar una decisión en un minuto. Celeste giró la cabeza y se dio cuenta de que Melanie estaba volviendo a la habitación, y probablemente estaba esperando la respuesta.

—¡Te odio, Celeste! — puse los ojos en blanco.

—Me lo agradecerás más tarde— sonrió y giré mi silla hacia la mesa de Melanie.

Melanie entró con dos tazas de café helado mezclado y una botella de agua. Me envió una sonrisa antes de entregar a Celeste una taza de un café helado y luego me dio una botella de agua porque sabía que no me gustaba el café. En realidad, no podía beberlo porque mi estómago es sensible, también es sensible con comida picante.

—¿Qué tal, Señorita Monroe? — Melanie me preguntó después de tomar asiento en su silla.

Respiré hondo y luego miré a Celeste que estaba tan tranquila y parecía tan segura con esos arreglos.

—De acuerdo, estoy dentro— dije.

—Bien, la señora Adams la espera en el edificio del Adams Empire esta noche a las siete— dijo. —La oficina probablemente cerrará a las 6 de la tarde, así que no tienes que preocuparte, deben ser solo algunos de los empleados que siguen trabajando hasta tarde, pero espero que no haya mucha gente en la oficina—, Explicó.

—No hay problema, tengo a Celeste— le dije.

—Lo siento, olvidé que hoy es el cumpleaños de mi marido, así que no puedo—, me sonrió y supe que sabía lo mucho que me había enfadado con ella ese día.

—Vale, entonces me las arreglaré sola— le dije.

—Bueno, me parece perfecto— Sonrió— acá está el contrato— me dio una carpeta de color amarillo— ahí está todo detallado, te lo puedes llevar a casa, lo lees bien y luego lo llevas al edificio Adams Empire— Ella dijo antes de despedirse —Recuerda… Edificio Adams Empire, siete de la noche, Piso 21— fue lo último que dijo.

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