Selena:
Luchando por contener el apretado nudo que se ataba con fuerza descomunal alrededor de su garganta, impidiéndole digerir la pena y congojo que la atormentaban, Selena avanzó por las desoladas calles de la ciudad, con su mirada gris clavada en el frente del camino.
Aunque sus pasos eran firmes y decididos, la pena que abrumaba sus pensamientos la mantenía absorta del mundo que la rodeaba, completamente ajena a este.
Aquello no era extraño ni poco usual, al fin y al cabo, ella solía abstraerse de la realidad para poder ejercer su profesión como prostituta, llevando adelante trabajos que podrían sacudir los estómagos más fuertes y apuñalar los corazones más vigorosos.
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