Capítulo 122. Llamada y lágrimas.
*Antonella*
Lo mío con él era especial, me gustaba, él me trataba bien, era un hombre bueno, pero yo estaba dolida y confundida, y él no merecía mis dudas.
Me gustaba que respetase mis tiempos, que no me culpase ni juzgase, que no me obligase a comenzar algo serio si no estaba realmente segura. Él era realmente más de lo que merecía, al menos yo lo sentía así.
_Hoy entraré antes a clase... _ me besó, escuché su voz aún estando medio dormida en su cama. _He dejado la calefacción encendida, hace aún frío.
Serían las siete de la mañana, el cielo ni siquiera había clareado.
_Iré contigo.
_Pero tú entras a las diez Antonella.
Estaba tan pendiente de mí que incluso sabía algo del horario de mis clases.
_Solo descansa ¿ Vale?
Yo asentí y el volvió a cubirme mejor con el gran edredon.
Últimamente estaba durmiendo muchísimo, y sentía que era por el embarazo y también por la tristeza mezclada con incertidumbre que había en mi interior. Ojalá el bebé no pudiese sentir lo que yo sentía