Capítulo 100. Amenazas y huida.
*Antonella*
Yo había sentido un fuego intenso junto a Matteo, me había enganchado a él de una manera demasiado peligrosa, sin importarme hacer daño a terceros… había sido egoísta y malcriada, solamente pensando en mí y en mis propios deseos. Y al descubrir la carta de mi hermano Piero mi mundo simplemente se había hecho pedazos.
Fue duro saber la verdad, que el estaba profundamente enamorado de Dianora, y que ella era una mujer inocente, buena… si él la describía así no tenia ninguna duda de que lo era, pero en cambio describía a su amigo y jefe Matteo como un hombre cruel y controlador incapaz de hacer feliz a una mujer, y también creía que estaba en lo cierto.
Toda aquella situación me generó más dolor, porque yo me había obsesionado con Matteo demasiado y la única manera de olvidarlo fue alejarme de el e irme de Nápoles.
Tener la oportunidad de marcharme a Alemania fue como una señal del destino, yo sabia que el no era bueno para Dianora, ni tampoco lo sería para mí, leer la carta