Capitulo 4: Cena incómoda

Daniela

Deje de llorar regrese a mi casa porque no vale la pena derramar ninguna lágrima.Decidí entrar por la puerta de servicio debido a que no deseo que nadie me vea en este estado.

Me acerqué a la sala y logré escuchar que Hugo y Regina charlaban de la boda con mis padres.

Es evidente que mi madre estaría de su lado, siempre la ha preferido sobre mí, pero él que me decepciona es papá.

Cuando volví a subir a mi habitación me adentré en la ducha y me dí un baño de unos diez minutos para quitarme todo el exceso de maquillaje.Parezco un auténtico payaso.Desearía dormir para siempre, desaparecer de la faz de la tierra, pero eso no es posible.

Luego de unos quince minutos mi madre entro a mi habitación. Intente ocultarme bajo las sábanas, pero se percato de que estoy en la casa.

—Amor, baja a cenar con la familia.

—¡No son mi familia, son todos unos traidores! ¡En especial esa mojigata a la cual odio!—Espeto

—¡No te refieras de ese modo de tu hermana! — Exclama

— Se burló de mí, los dos lo hicieron, pero me la pagarán.

—¡Ya nos explicaron como sucedieron las cosas y hace mucho tiempo no estás con Hugo!

—Pero yo lo amo y ella lo sabe.— Reprimí mis lágrimas

—¡Es un capricho, mi amor!

—¡Por supuesto lo que yo siento es un capricho y lo que ella siente amor verdadero! ¡Vete con tu hija favorita Victoria!

Odio a mi madre con todas las fuerzas de mi ser. No entiendo para qué tuvo una segunda hija si su adoración siempre ha sido Regina. Soledad, Miguel y yo no existimos frente a ella y no me interesa que esté enferma porque en este momento desearía que se muriera la mojigata.

—No es así, amor. Dani sabes que tu hermana está enferma y por eso necesita más cuidados.

—Eso no la justifica. De todos los hombres en el mundo se fijó en él. Nunca lo voy a aceptar.

—Se van a casar, ya es un hecho. Daniela debes resignarte a que Hugo será tu cuñado y no quiero que cometas ninguna locura.

— Tú los apoyas sabiendo que esto me lastima.

—Es por el bien de tu hermana entiéndelo, Daniela. Regina está muy débil y con el amor de Hugo la he visto más feliz que nunca.Tú eres hermosa y puedes conseguir a otro hombre, debes sacrificarte por ella.

—¡Como toda la vida! ¡No tuve una infancia normal por su culpa y la tuya!.

***

Anoche pude evitar esa horrible cena y me dejaron descansar tranquila; y hoy en la mañana no desayune para no verle la cara a mi familia.

Lo bueno del trabajo es que logré concentrarme en otros asuntos en lugar de mi trágica vida.

¿A qué clase de mujer su hermana mojigata le quita al amor de su vida?.

En estos momentos mi autoestima está por los suelos.

Cuando regresé a mi casa, me decidí a encerrarme en mi habitación porque no planeo asistir a la cena de compromiso.

Me encuentro recostada en mi cama y a mis progenitores les falta poco para jalarme el cabello y obligarme a bajar a la cena.

Nada de lo que ocurre es normal porque no pueden esperar a que acepte esta horrible situación, de la noche a la mañana y sea una mujer feliz con esa hermana roba novios y ese traidor.

— ¡No voy a ir!—Le repito por décima vez a mi padre

Mi madre ya se rendio y bajo rumbo a la sala, pero él se quedó en mi cuarto con la esperanza de convencerme.

— Princesa es importante para tu hermana. Ella te está esperando abajo con el resto de la familia.

Negué con la cabeza —¡Que se casen y sean felices, pero a mí me dejan en paz!

—Daniela por favor, debes intentar entender.

—¡Qué debo entender! ¡Qué Regina me robo a mi novio y debo fingirle una sonrisa!.

—Sabes que siempre te he apoyado y siempre lo haré, princesa y ahora necesito que tú me apoyes.

—¡No me chantajees, Papito!

—Tú eres inteligente y hermosa encontrarás a un hombre mucho mejor que Hugo Bustamante para casarte.

—Nunca me niegas nada papá y yo lo quiero a él. Tú me enseñaste a siempre obtener lo que quiero.

—Esta vez no, Daniela. Piensa que por algo ocurren las cosas y tu destino es mucho más grande que Hugo.Tú sabes que lo aprecio, pero siempre me pareció muy poca cosa para mi princesa consentida, en cambio, para Regina es una buena pareja.

—Poca cosa con poca cosa.

—Exactamente, mi amor—Él deja un beso en mi frente—Ninguno es suficiente para ti. No hagas un desplante y baja, amor.

—Esta bien papá enseguida bajo. Eres un manipulador.

—Bien, te esperamos.

No tenía mucho tiempo debí apresurarme. M

Escogí el vestido más revelador que poseo. Es color negro brillante y permite apreciar una buena vista de mi escote

Cuando termine de alistarme bajé triunfante a la cena sabiendo que las miradas se centrarán en mí como siempre.

—Daniela —Me regaña mamá al verme

—El negro esta de moda, mami ¿O qué te molesta de mi vestido?

— Te ves bien— Me elogia Regina regalándome una soy sonrisa

—Lo sé y, en cambio, tú te ves pálida

—¿De verdad?

—solo bromea, amor—Le dice mamá

Regina se ve hermosa con su vestido color pastel, su cabello castaño lacio y sus ojos color miel.incluso sin maquillaje se vería bonita, pero nunca se lo diré porque sigo enojada con ella.

Las tres nos acercamos a la mesa en la cual se encuentran mi padre y hermanos además de Hugo y su familia.

Su padre se llama Rogelio Bustamante, su cabello es canoso, tez morena y ojos verdes como Hugo.

Su personalidad se parece a la de mi madre, es un hombre caritativo quien dona mucho dinero a la beneficencia.

Su madre se llama Cecilia.Ella es una mujer distinguida a quien solamente le interesan las apariencias y el dinero, me adora y durante nuestro noviazgo fue la mejor de las suegras.

Luego sigue Gustavo quien es el hermano mayor de Hugo. Él tiene el físico de su madre y su personalidad es bastante sería aunque es un osito cariñoso cuando se trata de su novia, mi mejor amiga Elena.

Todos están reunidos en la cena junto con Hugo y me dediqué a saludarlos con un beso en la mejilla.

—Me alegra que todos estemos reunidos—Habla Hugo —Bueno en realidad falta el padrino de bodas.

Creí que era su amigo, el baboso, pero parece que no.

—Buenas noches

Salí de mis pensamientos cuando alguien cruzó la puerta al subir la vista logré visualizar al padrino. Deseo que la tierra me tragara.

—Familia ya conocen a mi amigo Óscar, pero no les había presentado a David Cruz, mi mejor amigo.

—Un gusto conocerlos ¿Cómo estás, Regina? Eres mucho más hermosa en persona.—La elogia

—Gracias Dave

De todos los lugares en los cuales pudo sentarse ese imbécil eligió sentarse en frente mío.

No siento solamente odio sino vergüenza al recordar que él me vio llorar y convertida en un payaso.

—creí que era una cena familiar —Rodee los ojos

—Mis amigos son parte de mi familia —Responde Hugo

—¿ya nos habíamos visto?— Inquiere David

—No recuerdo —Centre mi vista en mi plato

—Como les decía me alegra que nos reunamos en esta ocasión tan especial y deseo pedirle formalmente a Don Augusto la mano de su hermosa hija, Regina.

—Por supuesto que te la concedo.

Centré mi vista en el techo mientras Hugo le coloca el anillo en la mano y ambos se dan un beso mientras los demás aplauden.Desearía estar en cualquier sitio en el mundo en lugar de aquí.

—¿Cuándo se casarán?—Pregunta el padre de Hugo

—Dos meses, papá—Responde él

—Tan pronto —Pensé en voz alta

—No queremos esperar —Me responde ella

—No te queda mucho tiempo —Bromea Cecilia

Ella está tan feliz con la boda como yo.

—¡Mamá por favor!—Le suplica él

—No puedes culparme por desear que mi hijo menor se case con la mejor de las mujeres. Con una mujer que lo haga muy feliz y le dé muchos hijos, pero ese no es el caso de Regina.

—¡No te permito que hables así a mi hija!—Exclama mamá, reí por dentro.

—Mamá no dramáticas, mi ex suegra tiene toda la razón. —Le regalé una sonrisa.

—Tú si me entiendes, Dani.

—Regina no es para Hugo y él no es para ella. ¿Qué clase de matrimonio funciona cuando los novios solamente hablan por videollamada? ¡Son patéticos!.

—¡Daniela ya está decidido que nos casaremos!.—Él me lanza una mirada asesina

—Siempre tan caritativo, Hugo.

Todos me miran mal, pero eso no evitará que me reserve mi opinión y los martirice.

—Daniela más tarde hablaré contigo—Me advierte mi madre

—¿Cómo quieras mamá?

—Una disculpa ¿Conoces a Hugo de la universidad, David? —Le pregunta papá cambiando el tema de conservación

Él asiente —Si Hugo me ayudo mucho en el inicio de la carrera.

—Tú también me ayudaste mucho a mí. David tiene muy buen olfato en los negocios. De hecho adelanto varios años en la facultad y termino antes de tiempo.

—Eso es interesante, te vez mucho más grande que Hugo.

—Desde muy joven me dediqué a trabajar e invertir en mis negocios con mi socio por ello la facultad fue un juego de niños para mí y más que nada lo tome como un deseo que anhelaba cumplir.

Dios mío este hombre si es egocéntrico

—¿Tienes pensando invertir en esta región?— Inquiere papá

—Lo estoy considerando. Ahora estoy centrado en mi maestría en finanzas.

—Podrías hacer una visita a mi empresa, me gustaría hablar contigo.

—¡No!—Exclame en un grito

—¿A ti que te afecta?—Pregunta mamá

—Papá busca accionistas, pero las empresas son asuntos familiares y no me gustaría que viniera un desconocido—Me Centre en él—Sorry Darío

— Soy David — Me corrige

— Como sea.

—No te preocupes Dani —Habla papá —Sigo pensando que los negocios deben quedar en familia.

—No hablemos de negocios —Pide mamá

—si mejor hablemos de lo importante la pareja feliz. A ver cuanto les dura.

—Daniela, ya basta.

—lo digo porque hay muchos divorcios— Reí

—Aún no se casan y ya estás pensando en el divorcio que buenos deseos Daniela—Ríe David

—soy realista

El resto de la cena realicé comentarios incómodos disimulados.Es culpa de mis padres, les dije que no quería ir y me obligaron.

—¡Estuviste insoportable durante toda la cena!—Me reclama mamá en cuanto estuvimos a solas

—yo no quería ir — le recuerdo

—¡No puedo creer que seas tan egoísta con tu propia hermana! ¡Regina no deja de llorar por tu culpa!

—¡Qué la consuele su novio a la mojigata de tu hija!

Ella intenta golpearme, pero mi padre la detiene.

—¡Victoria por favor!.

—¿Qué es eso del negocio familiar?—Le pregunta mamá a papá

—Es algo que estoy pensando, cariño. Cuando lo tenga concreto serás la primera en saberlo.

— No me agradó Darío, papá.

—David —Me recuerda mamá

—Es un desconocido, suficiente tengo con el hígado de Mauro.

— Rogelio me hablo mucho de David, ese muchacho se hizo solo en el mundo de los negocios y tiene mucho futuro.

—Me da igual — Rodeo los ojos y me dirigí a la sala, pero sigo escuchando su discusión.

—¡Está insoportable!— Le reclama mamá a papá

—Es normal, Victoria. Ponte un momento en el lugar de Daniela.

— ¡La tienes muy consentida, es una caprichosa, altanera y frívola por tu culpa!. ¡Me hizo pasar la vergüenza de mi vida en esa cena!.

Terminé de subir las escaleras porqué no soporto escuchar sus discusiones y mucho más cuando mi madre grita lo mucho que odia mi manera de ser y se siente orgullosa de su perfecta hija Regina.

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