David

En la cena comprobé lo que me informó Hugo, Daniela es un hígado y está buenísima.

Aún no puedo creer que esa mujer a la cual conocí convertida en un mar de lágrimas sea la misma Daniela Montalbán de Hugo.

Ahora entiendo por qué se obsesionó por tanto tiempo con ella.

Es preciosa, su cabello color noche, el azul de su mirada, sus labios, pero lo que más llamo mi atención fueron sus pechos.

Debo admitir que fantasee durante la noche con tenerla en mi cama y disfrutar esos bellos pechos y su suculento cuerpecito.

Si olvidó lo guapa que es y me concentro en su personalidad saldría corriendo porque esa mujer es insufrible.

Lo bueno es que él la superó y ahora está feliz con Regina, no permitiré que esa niñita arruine su boda y su felicidad.

—¿En qué piensas?—Le pregunto a mi amigo mientras me percató de que le estoy derrotando en la partida de ajedrez.

Es la primera vez en la vida que le ganó a Hugo y esto se debe a que está en las nubes.

—En la cena de anoche, no logré conciliar el sueño.

—Creí que exagerabas, pero tienes razón, Daniela es insoportable.

—Hablaré con ella porque si sigue con esa actitud Regina cancelará la boda. No me ha respondido en horas y sé perfectamente lo que eso significa, está dudando.

—¿La crees capaz de cancelar la boda?

Él asiente con la cabeza

— Déjame a mí

—¿Qué?—Pregunta confuso

—Lo que escuchaste, Hugo. Tú eres débil y Daniela muy hábil puede envolverte muy fácil.

—No soy tan idiota.

No pude evitar reír —Con unos besos podría doblegarte fácilmente. Sabes que yo sé tratar con las mujeres de ese estilo.

—Te lo agradezco Dave, no sé que haría si pierdo a Regina

—No lo harás, yo me encargaré de la caprichosita, tú solo concéntrate en Regina y la boda.

Es mi deber como padrino y mejor amigo de Hugo ayudarlo a que sea feliz.

Nunca lo había visto tan feliz como con Regina, esa boda se tiene que realizar.

Además, yo soy muy buena persona, muy generoso y me encargaré de consolar a la delicia de Daniela.

Está deliciosa me la cogería más de una vez, feliz de la vida.

Fuimos interrumpidos cuando mi amigo Óscar se acercó a nosotros con dos ramos de rosas en manos.

—Hugo ¿Cuál crees que le guste al bomboncito de tu ex?.

Él ríe fuerte —Ninguno y te aconsejaría no acercarte a ella porque es muy selectiva con los hombres.

Me uní a la risa de Hugo porque estoy seguro de que ella nunca se fijaría en el payaso de mi amigo y además él no sabe tratar con las mujeres como ella.

Lo que necesita la caprichosita es mano dura y un hombre que le enseñe como comportarse.

Debe ser sumisa y complaciente en lugar de una altanera y caprichosa, cuando tenga la oportunidad la domesticaré y le enseñaré quien manda.

—¡No me subestimen!

—Iré a ver a Regina ¿Vienes conmigo, Dave?

Negué con la cabeza —Más tarde buscaré a la susodicha ahora tengo algunos asuntos importantes que atender.

Él asiente —Deberías considerar hablar con mi suegro, podrían realizar grandes negocios.

—Ya me he informado de su manera de trabajar y no me gusta. Es un explotador con sus empleados y sabes que no es mi estilo.

—Como quieras, amigo.

***

Me encuentro charlando con Lázaro por videollamada.

Puedo observar que él se encuentra con su hija Rebeca en un hotel el cual tiene vista al mar.

Rebeca tiene el cabello castaño ondulado y los ojos color café, tez clara y debo reconocer que posee una excelente figura.

Aunque no se compara con las bellas piernas de Daniela Montalbán.

—¿Cómo estás, Dave?—Me saluda la castaña

—Muy bien ¿Qué tal la facultad?

—Me está encantando la carrera aunque hay uno que otro profesor aburrido.

—No vas a divertirte —Bromea su padre—Dave tenías razón sobre las inversiones con los Linares ¿Acabo de ver las noticias y tenían relación con el narcotráfico?.

Reí —Sabía que algo extraño se traían entre manos. Que bueno que no realizamos negocios con ellos.

Él asiente—Si pudimos meternos en grandes problemas, hijo.

—Sabes acabo de conocer a la familia Política de Hugo. Los Montalbán ¿Te resulta conocido ese apellido?

—Solamente he leído sobre ellos y los negocios de Augusto quien posee una fortuna incalculable. ¿Por qué la pregunta?

—El suegro de Hugo creo que desea realizar negocios conmigo, pero no quiero aceptar.

—Deberías escuchar su oferta y luego lo charlamos, hijo. Pero pensé que no estabas interesado en trabajar que solamente ibas de vacaciones y pronto regresarías.

—Así es, pero esa familia tiene algo que me interesa.

Él ríe —Me imagino que ese hombre debe tener alguna hija o pariente guapa.

Me percaté de que Rebeca rodeo los ojos porque ella odia mi actitud mujeriega y que considere a las mujeres un objeto.

A pesar de que tenemos la misma edad yo la considero una niña y como la hermana mujer que nunca tuve.

Ella se enfada cuando asistimos a alguna fiesta o reunión y alguna mujer me coquetea, pero usualmente suele ser muy dulce y cariñosa.

—Ya no hablemos de negocios que me aburren. Dave cambie mis vacaciones para pasar tiempo contigo y papá; y el señor se marcha del otro lado del país, no es justo.

—Tenía un compromiso con Hugo, pero haré lo posible para visitarte cuando me sea posible.

—Es decir nunca —Ella me lanza una mirada

—Claro que si iré además sabes que no te decepcionaría ni a tus hermosas amiguitas de la facultad.

Ella rodea los ojos y su padre simplemente ríe fuerte.

—Al parecer nunca cambiarás, hijo. Tenía la esperanza de que sientes cabeza y para el final de este año ya me hagas abuelo.

Negué con la cabeza —Espera sentado.

—Bueno te dejamos porque tenemos un evento, pero no dejes de decirme como termina tu asunto con Montalbán.

—Por supuesto

No puedo concentrarme en Lázaro porque no dejo de pensar en Daniela. Muy pronto se me presentará la opción perfecta para vengarme de todo lo que ella le ha hecho a Hugo. Esa mujer necesita una lección y yo se la daré.