SCARLETT

- ¡Oh, si John! ¡Más fuerte! ¡Más, más!

Me embestía una y otra vez, haciendo crujir la cama, mi cuerpo se estremecía, ya había recuperado su fuerza por completo y me lo estaba demostrando.

Era nuestro aniversario y ya ibamos por la tercer ronda, nunca antes lo habiamos celebrado, y esta era la mejor forma de hacerlo.

Era incansable.

Un orgasmo interminable nos invadió al mismo tiempo, era delicioso.

- Eso fue increíble amor.

- Eso mismo dijiste de los dos últimos - exclamó sin aliento.

- Es que no tengo suficiente de tí, amor.

- Ni yo de tí.

Besó la punta de mi nariz y después mi frente, salió de mí y me arrastró, envolviéndome entre sus fuertes brazos.

-¿Quieres hacer algo especial? - me preguntó.

-Ya lo estamos haciendo, siempre quise estar contigo en este día, y solo te necesito a tí, además tengo algo que mostrarte.

Me acerqué al cajón de la mesilla, junto a la cama y saqué una cajita, la abri y saco un anillo.

- Aún lo tienes.

- Igual que tú.

Se lo dí,