Capítulo 12.
JOHN
- Dios santo, ¡te ves absolutamente hermosa, cariño!
Scarlett ya estaba lista para la cena, el vestido le quedaba como un guante, y el color resaltaba sus ojos y el tono de su piel.
Se hizo un moño alto con algunos mechones sueltos a propósito, acompañado de unos pendientes de plata.
Como le había prometido, me puse la corbata que me había regalado, sobre una camisa blanca y mi traje azul marino.
- Tengo algo para tí.
Saqué una caja cuadrada de joyeria, la abrí y se quedó sin palabras.
- John, es hermoso, pero. . . es demasiado, ya me regalaste el vestido y los zapatos.
- Considerlo un préstamo.
Era una gargantilla exquisita, de oro blanco, hecha con el diseño de pequeñas hojas y un diamante en el centro.
- Ves - dije señalando su reflejo - queda de maravilla con el vestido.
- En préstamo.
- Claro.
SCARLETT
- Respira cariño, te estás poniendo del color de tu vestido - me dijo, no me habia dado cuenta de que estaba conteniendo la respiración.
- Lo siento es que.