Aquí Jesús se enseria, diría que se molesta, aunque lo controla.
—¿Qué tipo de futuro o protección le puedo yo ofrecer a Emma si decidiese elegirme? ¿No se ha puesto a pensar eso? No soy nadie en este momento.
Contengo un ruido de impotencia en mi garganta, miro al techo estresada después a Jesús.
—