—¿Tienes fiebre? ¿Son tus ojos? ¿Por qué están rojos en las esquinas? — pregunta esta. Le quito su mano de mi frente.
—¿Por qué reaccionan así? Sé reconocer mis errores ¿bien? — ellos me esquivan los ojos como dándome a entender que no es así — ¡Estoy aprendiendo a hacerlo! Y, les agradeceré que cua