Salí de la casa y caminé de vuelta a lo que ahora era mi realidad.
Abro la puerta lentamente, Sam aparece en ese momento tras las puertas corredizas del salón me observa y sonríe.
—Oh cariño, estaba muy preocupada por ti.
— No tenía porque Sam ya estoy aquí – susurro.
—Jimmy llamó hace un par de minutos cariño – dice en tono lento, clavo la mirada en el suelo.
—¿Qué ha dicho? – pregunto.
—No mucho, dijo que volverá pasada las 11 así que no debemos preocuparnos por él.
—¿Sigue molesto Sam?
—Sonaba molesto conmigo cariño, aun así, creo que tiene motivos de hacerlo – murmura acogiéndose de hombros.
— No Sam, Jimmy no tiene derecho de hacerlo. En todo caso él estaba molesto conmigo y eso lo sabía, pero hablarle a ust