Me acomodo en el sofá de nuevo y sus labios recorren suavemente la línea de mi mandíbula, pasando lentamente por mis propios labios….
Mis ojos revolotean abriendo y cerrándose rápidamente, puedo sentir la sonrisa dibujada en esos perfectos labios. Pasa lentamente una mano por mis cabellos y tan solo me niego a abrirlos ojos, cuando por fin los abro me encuentro con el rostro más hermoso que he visto en el mundo. Sonrío.
—Buenas tardes pequeña bruja durmiente – dice y la sonrisa en sus labios es más grande de lo que imagine.
—Hola Jimmy – susurro con la voz cargada de sueño, mi cabeza descansa en su regazo y está inclinado hacia mí, recobra la compostura y mira al frente.
—¿Qué tal tu día? – pregunta cuando vuelve la mirada a mí y clava sus hermosos ojos azules tras sus lentes en mi rostro.
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