Durante las siguientes semanas Tyler se unió a su hija Mara. Y la joven empezó a sentir que no podía permitir otra injusticia más. De todos sus papás, Ty era el único al que parecía importarle de verdad.
Las pruebas de ADN llegaron y Mara estaba feliz. Porque realmente al único que le importaba realmente, era su papá verdadero.
—Papá, ¿podemos ir por un helado tú y yo a solas?