CAPÍTULO 85: VOY POR TI
Apenas la puerta se cierra tras Katherine, el silencio se vuelve insoportable.
Anthony sigue de pie, con la mirada fija en el vacío, la mandíbula tensa, el pecho le sube y baja con un ritmo errático. Quiere moverse, correr tras ella, pero su cuerpo no responde. Sus propios demonios lo mantienen anclado en su lugar.
Entonces, desde las sombras, una voz firme lo saca de su trance.
—Tony.
Giulia aparece desde una habitación oscura. Ha estado allí todo el tiempo, escuchando cada palabra sin intervenir. Pero ahora ya no puede callar.
—¿De verdad la vas a dejar ir así, hermano?
Anthony cierra los ojos y exhala con pesadez. Se toma un par de segundos antes de darse la vuelta, como si la sola acción requiriera más fuerza de la que tiene.
—Es más complicado de lo que crees.
Giulia cruza los brazos, su expresión es de pura incredulidad.
—No entiendo qué puede ser tan complicado, Tony. Es obvio que te mueres por ella. Quizá tú no lo has notado, pero esa mujer te ha cambia