Punto de vista de Serena
—¿Cómo pudo mi padre meterte en esto? —La voz de Mateo estaba cargada de frustración, con la rabia ardiendo en los ojos. Caminaba de un lado a otro, pasándose una mano por el pelo como si intentara entenderlo todo.
Crucé los brazos, sintiendo cómo la tensión apretaba mi pecho.
—Mateo, ya estoy metida. Tu padre se encargó de eso. Así que ahora, quizás deberías decirme qué pasa realmente.
Mateo dejó de caminar. Me miró, luego miró a Stevie, quien estaba junto a la puerta fingiendo no escuchar. —Serena...
Negué con la cabeza, cortándolo. —Stevie, ¿nos das un momento?
Ella me lanzó una mirada curiosa, pero asintió y se dirigió a la puerta.
—Estaré afuera —dijo antes de salir. En cuanto la puerta se cerró, me volví hacia Mateo.
—¿Bueno? Dime.
Respiró hondo, como si no supiera por dónde empezar. Sus ojos se suavizaron por un segundo, pero luego apretó la mandíbula.
—Mi papá... no es solo un empresario, Serena.
—¿Qué quieres decir?
Mateo se acercó y bajó la voz. —Mi