Punto de vista de Bill

—Adam Prichard. Ese es su nombre.

Javier me dio la foto. Al ver su cara, lo recordé todo. Era el tipo que fue con Serena al evento de su empresa, sonriendo como si tuviera derecho a estar ahí. Un idiota. Ese cabrón.

—¿Qué harás ahora? —preguntó Javier, mirándome fijo. Sabía que no lo dejaría pasar.

Volví a ver la foto. La rabia me quemaba por dentro.

—Voy a hablar con él —dije serio—. Cara a cara.

***

Encontrarlo fue fácil. Adam es de esos tipos que siempre está disponible, sobre todo cuando cree que puede sacar algo. Concerté una reunión con su agente, sin dar explicaciones.

El día de la cita llegué temprano. Esperé, caminando de un lado a otro mientras repasaba mentalmente todo lo que quería decirle. Pero cuando escuché que la puerta se abría, ya tenía los puños apretados.

Entró distraído, mirando su teléfono con esa sonrisa de confiado. Cuando alzó la vista y me vio, su cara cambió de golpe. Se quedó tieso, primero sorprendido, luego asustado.

No esperé. Me