"Hogar, dulce hogar"
Luego de pasar una semana bajo cuidado médico en el hospital, debido a mi operación, al fin hoy me dan de alta y puedo salir de este lugar.
Nunca me han gustado los hospitales, y pasar una semana entera acostado en una cama sin hacer nada me estaba volviendo loco.
Debo agradecerle a mi bella Trish, que estuvo conmigo todo este tiempo y evitó que perdiera la cabeza. No sé qué haría sin ella y mis hijos; son mi luz, mi alegría, mi felicidad.
—Cariño, ¿estás listo? Es hora de irnos —salgo del cuarto de baño y me encuentro a mi hermosa mujer terminando de arreglar mis maletas.
—Sí, amor, ya nos podemos marchar de este manicomio. No soporto pasar una noche más en este lugar; necesito mi cama y a mi mujer.
—No seas exagerado, Darius —rueda los ojos y sujeta su bolso—. Eres muy dramático.
—¿Yo, dramático? —pongo mi mano sobre mi pecho y me hago el ofendido—. ¿Te parece dramático que extrañe dormir en mi cama cómodamente, junto a mi mujer?
Sonríe, se acerca a mí y enrosca