Capítulo 36; Una recien casada desilusionada.
La mañana llegó, la decepción y desilusión la golpearon con fuerza cuando se encontró con su cama vacia y fría... su esposo no había llegado a casa a dormir, se sentó en la cama sintiéndo que la miseria la abrazaba con fuerza. Se levantó decidida a tomar una larga ducha con la intensión de calmar sus pensamientos y despejar sus emociones. Dejó que el agua la calmara un poco, antes de salir de la ducha e ir a su habitación para vestirse, después de hacerlo decidió que debía llamar a Maximiliano, él le debía una explicación.
Tomó su celular y marcó, al tercer timbrazo escuchó la voz de su esposo.
—Buenos días, Savannah.
—Buenos días— repsondió con dientes apretados— ¿Y bien?— preguntó.
—¿Y bien?— repitió él con voz de confusión. — No entiendo, ¿Qué sucede?
—¿Qué sucede?... No llegaste a dormir a casa.
—Tuve... una complicación.
—¿Una complicación?... ¿Y esa complicación te impidió levantar el teléfono para llamarme o tan siquiera responder a mis llamadas?
—Lo siento, Savannah... de