Corrí hacia mi casa después de dejar a Fredd sentado en la banqueta sin decir palabra, tenía algo que hacer y no podía esperar más.
—¿Por qué corres?¿Huyes de la policía?
Mi hermano preguntó cuando entré corriendo para ir a mí habitación.
—No, Louis —. Dije para seguir mi camino pero di más de dos pasos porque él volvió a hablar.
—¿Entonces por qué corres?
—Necesito hacer algo —hablé serio y vi a la dirección de mi hermano mayor y atrás había de él estaba un espejo circular donde me reflejaba. Tragué saliva nervioso.
—¿Qué te pasa? Parece que viste un fantasma.
El chico volteó hacia atrás y yo aproveché para salir huyendo. Nadie se podía enterar de nada.
—¿Chander?
Genial ¿Ahora qué?
—¿Qué pasa mamá? —pregunté soltando el pomo de la puerta de mi habitación a la cual estaba a punto de entrar.
—Tu papá me contó que estabas golpeado.
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