Vendiéndole mi alma al diablo

Me limpié y me acomodé la ropa ágilmente.

—Lo siento Em… —dijo con pesar.

—No lo sientas, yo lo disfruté.

—¿Y crees que yo no? Morocha eres mi maldita perdición… pero si Ethan se entera…

—No te preocupes por eso, no lo sabrá por mí. No te hará daño.

—No me preocupa lo que pueda hacerme a mí. Eres tú quien me preocupa —me quedé helada ante su declaración.

—Bien, no lo sabrá y listo.

—Debes tener mucho cuidado Em, Ethan es muy peligroso.

—Lo sé.

—No, no lo sabes. Créeme.

—Tendré cuidado, lo prometo.

—Yo te cuidaré siempre Em, no dudes de eso —algo en su mirada lograba que le creyera, no había ninguna duda en él.

—Gracias Ryan. Debo irme.

&mda

Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo