Nadie me dice que no

A las 8am la alarma sonó como cada sábado. Di unas vueltas en la cama, las pocas horas de sueño que tenía no me bastaban. De un manotazo apagué el reloj y sin abrir los ojos me giré y volví a enredarme en el edredón.

—¡Despierta mamá! Llegaremos tarde otra vez —gritó una pequeña voz mientras saltaba en mi cama.

—Ya Noah… cinco minutos más… —rogué.

—Nada de cinco minutos, vamos levántate dormilona —me giré hasta él, de un tirón lo empujé a mis brazos y comencé a hacerle cosquillas sin piedad, mientras reía a carcajadas.

—Eres un mandón y lo pagarás —dije entre risas.

—Ya para, detente. Me rindo.

—Así me gusta, que sepas quién manda, pequeño.

—Yo, por supuesto —respondi&oacu

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo