¿Cómo se atrevía a acusarme a mí?
YO soy su mate, ¿Es que acaso no confía en mí?
Mi lobo gruñe enfadado.
Pues claro que no idiota, como lo va a hacer cuando no estuviste cuando te necesitaba.
Me reclama con disgusto, y yo le gruño en respuesta.
¿Cree que no lo sé?, ¡Me he sentido miserable desde el segundo en el que desapareció en el bosque!
Rae nos ladra una orden en nuestra mente a Logan y a mí, su voz tan furiosa es como si clavaran dagas por todo mi ser, y por la mueca de su beta puedo suponer que el también sintió su poder.
Ella empieza a caminar hacia su tienda y nosotros la seguimos con las cabezas agachadas y los pies arrastrando.
Sip, parecemos un par de cachorros novatos que esperan la regañina de su Alpha.
En cuanto entramos las cortinas que sirven como puerta se cierran, aislán