[Narrador Omnisciente]
-Entonces, ¿qué hacemos, Mark?, ¿qué podemos hacer?, ¡¿Qué?!.—La pregunta sale de sus labios, la situación la ahoga. Pero las ideas comienzan a fluir, una en particular, una farsa nacida de la desesperación, comienza a formarse en su mente, la única salida en ese laberinto sin paredes—.No puedo... No puedo concebir, eso está más que claro, ya no taparé el sol con un dedo. Lo hemos intentado todo. Los tratamientos, los especialistas... Cada vez es un golpe más duro. —Estas palabras son una confesión que siempre mantuvo en la intimidad de su dolor, ahora se derrama ante él. La impotencia es un edificio pesado que lleva sobre sus hombros, la mirada de Mark es una mezcla de lástima y algo más inescrutable, que no ayudan a aliviarla. Al contrario— -Lo sé, Evette.—Dice Mark, comodándose más con ella en brazos, sus manos buscando las suyas. Su tacto, antes reconfortante, ahora se siente como una prisión suave.—.Por eso... Debemos ser... Creativos. -¿Cualquier cosa, dijiste?.—Evette, repite las palabras anteriores de su esposo, sus ojos fijos en los de él, buscando alguna señal, alguna negativa del hombre que cree conocer. Porque aunque ahora esté frente a ella buscando una solución hace apenas unos minutos estaba dispuesto a dejarla, eso ha marcado un antes y después en ella— -Si amor.—Sus palabras flotaron en el aire, pesada, llena de implicaciones. En el silencio opresivo del baño, mientras la luz del día se intensifica, la mente de Evette, la mente de una diseñadora brillante acostumbrada a encontrar soluciones donde otros ven obstáculos, comienza a trabajar afinando más los detalles de su idea. Si no puede concebir, y ellos necesitan un bebé , un heredero desesperadamente para así salvar su matrimonio, su amor, su futuro... Entonces, ¿qué pasaría si finge un embarazo?.. Una "Vil mentira" termina de gestarse en su mente, una idea nacida de la desesperación y el miedo más profundo a perder al hombre que, a pesar de todo, ama con cada fibra de su ser. Un vientre de alquiler. Una farsa ante la familia Hudson. Un último intento desesperado por salvar su espejismo de perfección. La idea, aún incipiente, ya huele a peligro. Mark la observa, esa mirada.. Sabe que ya las ideas andan rondando esa mente brillante— -¿Has pensado en alguna opción... No tradicional?, esa mirada...—Sus ojos la sondearon, como si pudiera leer los pensamientos ya calculados en su mente. Evette duda en pronunciar la idea en voz alta, y es que le da una realidad que aún no quiere afrontar del todo. Pero la alternativa... El divorcio... Es impensable— -Un vientre de alquiler.—Susurra con un poco de miedo—.Fingir que soy yo quien está embarazada. Ante la familia, ante el mundo.—Mark no parece sorprendido. De hecho, un atisbo de alivio cruza su rostro, en verdad no quiere perder ala mujer que ama— -Es una opción, sí.—Dice él, con la voz recuperando algo de su habitual firmeza—.Pero es arriesgado, mi padre.. Evette. Demasiado arriesgado si alguien lo descubre.. -¿Y el divorcio no lo es, Mark?.—Le pregunta con la voz elevada, impregnada de amargura—.¿Arriesgado para nuestro amor, para lo que tenemos?. ¿Arriesgado para tu posición en la empresa?, tu padre podría verte como un fracaso.—La última parte salió sin querer, pero ha sido un dardo certero que da en el blanco. La línea de la mandíbula de Mark se tensa. -Tienes razón, amor.—Replica, aunque la defensiva en su voz dice lo contrario—.Esto es por nosotros, Evette. Para mantenernos juntos y estoy dispuesto a lo que sea.—Mark se acerca más, le acaricia el rostro con los ojos fijos en los de ella—.Si esto es lo que tenemos que hacer para salvarlo, entonces lo haremos. Juntos. Pero... ¿En quién confiaremos?, necesitamos a alguien de absoluta confianza. —La mente de Evette se dispara, buscando una respuesta que su corazón ya conoce. Solo hay una persona en su vida en la que confia ciegamente, alguien a quien considera una hermana, una extensión de sí misma— -Cynthia.—Dice el nombre de su mejor amiga resonando en el silencio del baño—.Ella es la única. Confiable, discreta... Y siempre ha dicho que le encantaría ayudarme si alguna vez necesitara algo.—Mark suelta una bocanada de aire, como si una carga invisible se hubiera levantado de sus hombros— -Cynthia. Sí... es una buena idea. Es... ideal.—Su tono, quizás demasiado entusiasta, pasa desapercibido para Evette, quien ya está sumergida en la logística de su plan desesperado—.Te amo, te amo, gracias por esto, gracias por luchar cuando yo.. Perdóname..—Evette lo abraza otra vez, él la besa mientras se levantan para ducharse juntos y hacer el amor bajo la ducha. ᪥✧᪥ Al día siguiente, Evette llama a Cynthia. El sol se ha levantado, pero el brillo de la mañana no disipa la sombra de ansiedad que se ha posado sobre la mansión Hudson. Se encuentran en el café de siempre, un rincón acogedor que ha sido testigo de innumerables confesiones, risas y desahogos. Evette, con su aspecto siempre impecable, siente el peso de la mentira que está a punto de decir. Cynthia, con su cabello rubio y sus ojos vivaces, irradia la vitalidad que Evette siente que se le escapa en estos momentos— -Evette, ¿estás bien?, Mark me dijo hace poco que la reunión con Arthur fue... intensa y desde entonces las cosas están incómodas. ¿Es por el asunto del heredero, verdad?, sé que desde ese día has estado muy agobiada y.. -La última prueba salió negativo. -Dios mío, lo siento tanto cariño.—La preocupación en la voz de Cynthia es genuina, o al menos así le pareció a Evette, quien se aferra a esa empatía como a un clavo ardiendo. Evette toma un sorbo de su té, el calor apenas llegando a su garganta obstruida por las palabras, la súplica que necesita pedir— -Es peor de lo que imaginas, Cyn. Arthur le dio a Mark un ultimátum. Un heredero para fin de año... O debemos divorciarnos.—Evette susurra las últimas palabras, como si el propio café pudiera oírlas. Los ojos de Cynthia se abren con asombro— -¡¿Qué?!, ¡Pero eso es una locura!, ¿Cómo puede pedir eso? ¡Es tu matrimonio! ¡Tu vida!. ¡¿Por qué no me lo dijiste hace meses cuando hablamos del tema?!. -Perdóname cariño, estaba tan, estoy tan mal que pronunciar ese hecho me rompe por completo. -Pero él no puede disponer de ustedes así.. -No le importa Cyn. Solo le importa el apellido, el legado. Llevo meses con ese peso, con ese yugo sobre la espalda.—Evette se quiebra en llanto—.Pero Mark... Él ha estado con ese peso por dos años. Me ama, lo sé, pero no puede desafiar a su padre. Su posición en la empresa, el futuro de la familia... Todo depende de esto.—Las lágrimas, se derraman más. Cynthia se acerca y la abraza, su calidez y su olor familiar envolviéndola. Es el consuelo que Evette necesita desesperadamente— -No te preocupes, Evette. Encontraremos una solución. —Dice, acariciando su espalda de Evette—.Siempre lo hacemos. ¿Has pensado en algo?.—Aquí está. El momento de la verdad. Evette se aparta un poco para mirarla a los ojos, es su mejor amiga, tiene fe en que la ayudará. Se prepara para la petición más grande de su vida— -He pensado... En una idea. Una locura porque Arthur odia todo lo referente a eso. Pero es la única salida que veo para salvar mi matrimonio.—Toma aire—. Necesito que me ayudes a fingir un embarazo.—Cynthia parpadea, la sorpresa es evidente en su rostro. -Fingir... ¿Cómo?.. -Necesito un vientre de alquiler, Cynthia. Para que el hijo de Mark y mío... Sea concebido y nazca con bien. Todo creerán que yo lo he gestado en mi vientre. La familia Hudson no debe saber la verdad. Nadie debe saberlo.. Nunca, y no confío en nadie más que en tí para esto esto.—Evette toma las manos de Cynthia con sus ojos suplicantes—.Sé que es una petición enorme. Un secreto monumental. Pero si hay alguien en este mundo que podría hacer esto por mí... Esa eres tú.—Un silencio denso llena el espacio entre ellas, roto solo por el murmullo de las otras conversaciones en el café. Evette observa a Cynthia, buscando cualquier señal de repulsión, de negativa. Cynthia tiene una expresión difícil de descifrar; una mezcla de choque, consideración y algo que Evette, en su desesperación, no puedo leer. Finalmente, Cynthia aprieta las manos de Evette— -Evette... Esto es... Es inmenso. Poner mi cuerpo, mi vida... en esto..—Su voz es suave, pensativa—.Pero eres mi mejor amiga, una hermana para mí. Siempre lo has sido. Tú lo harías por mí, ¿verdad?.—Evette asiente efusivamente. Una esperanza irracional floreció en el pecho de Evette—. Entonces sí. Vamos a gestar a ese bebé, nuestro bebé, porque también lo amaré mucho.—Evette llora de felicidad al escucharla. Tendrá un bebé, no perderá al hombre que ama, no perderá su hogar. Ríe y llora sin saber que él comienzo de esta vil mentira es el comienzo de algo más que un embarazo, es el comienzo de su destrucción. ✦✦✦✦ ❀ ⃟ LILIANA SANTOS ⃟ ❀