Capítulo 92
Santiago
Mi madre y mis hermanas, Clara y Elsa me estaban ayudando a acomodar mi corbata que se rebelaba a ser acomodada. Me sentía ansioso por casarme con mi esposa ante la máxima entidad religiosa y me emocionaba mucho hacerlo.
–Santiago, tienes que quedarte quieto o no te podremos acomodar la corbata.
–Me quedaría quieto, pero todas ustedes me hacen montón y así no puedo dejarme que me acomoden nada.
–No me digas eso, hijo. Yo soy tu madre y tienes que estar impecable para cuando entres conmigo a la iglesia.
Mi madre estaba demasiado emocionada, hoy va a entregar en la iglesia a su único hijo varón y al único de sus hijos que se ha casado, razón de más para que lo esté.
–Esto no es un trabajo para las mujeres, tía y primas, Brad y yo le ayudaremos a mi primo a terminar de arreglarse.
Mi primo, Iván y Brad, llegaron a salvarme del séquito de mujeres de mi familia que me estaban haciendo las cosas a su manera y se los agradecía mucho a ambos.
–Gracias por venir a corrern