Mientras en el hospital
— ¿Cómo puede una mujer dormida ser tan hermosa? — Se preguntaba Esteban en voz alta
— Es que tú me miras con amor — entrecerrando los ojos con una leve sonrisa
— Traviesa has estado despierta — Indica Esteban
— ¿No me digas que no sabías?, escuche perfectamente que te dijeron que te he estado llamando.
— Y me alegro tanto que me llamaras pero no que estés aquí – Acariciando su cabello – Te dije preciosa que te haría mal, es demasiada presión ya viene la doctora a revisarlos aunque parece que solo fue una baja de presión, ¿cómo te sientes?
— Un poco cansada pero mejor— tomando su mano— gracias por ser como ere