—¿Se siente bien señorita desea un vaso de agua? — Indica el abogado defensor
— Si por favor — Responde ella
—La veo algo nerviosa, ¿Desea continuar? — L e pregunta el juez
— Si su señoría quiero hacerlo, necesito hacerlo, sé que puedo hacerlo, vamos a estar bien – tocando su vientre
—Ahora dígame, o díganos ¿Cómo llego a esa casa y porque? Hablo de la casa del que fue alguna vez su esposo el señor William Carson
— Él se había averiguado por unos amigos que – apretó fuerte los labios y suspiro – William necesita con desesperación una niñera para su hija algo así como una dama de compañía por la niña sufría de trastornos de socializaci&