24 UNA CHICA DE MIRADA VIOLETA
—Sé que no querías nada serio Yagiz, pero llevamos casi un año en esto, y creí que en algún momento…— pronunció ella y él le hizo un educado gesto para invitarla a sentar.
—¡Asya, eres libre de dejar esto, lo que sea que hacemos! Si crees que tus sentimientos se pueden involucrar, es mejor que dejemos las cosas por la paz y cortemos por lo sano, antes que se nos complique. Bien sabes que no me gusta mezclar los negocios con mis relaciones personales y trabajas para mí.
—Pero Yagiz… llevamos prácticamente un año que nos vemos al menos una vez a la semana. ¡Un m@ldito año! ¡Creí que podías llegar a quererme! —exigió ella sin sentarse aún.
—Te apreció Asya, pero no esperé que tú quisieras algo más. Sabias que no era una relación sentimental lo que te ofrecía cuando empezamos a vernos a escondidas. Aún no estoy listo para una nueva relación. ¡No ahora!
Ella se mordió la lengua por no gritarle unas cuantas verdades en la cara y sencillamente se sentó, traía