Una semana después.
—Llegaste Ali —saludó efusiva Olivia en cuanto llegué a la mesa donde estaban todos—. ¿Cómo crees que te fue?
—Muy bien, ¿ustedes? —era muy dedicada y no hubo ninguna pregunta que me hiciera dudar.
—Solo sé que lo di todo —respondió sonriendo.
—Igual, esperemos buenos resultados o la pasaré muy mal en vacaciones —confesó Ava, dándole un fuerte mordisco a su hamburguesa.
Comía tan mal, jamás la había visto cuidando su alimentación y seguía esplendida. Sin duda era una de las favoritas de Dios.
Los chicos empezaron a decir que solo un milagro los salvaría, claro excepto Noah, Ethan y aunque pareciera loco, Aiden.
—Espero que me haya ido bien, me gustaría ser tú y tener esa confianza en que todo saldrá bien —dijo la barbie. Aun no entendía porque seguía aquí con nosotros—. Pero después recuerdo lo que sucede a tus espaldas y paso.
En la mesa se hizo un silencio de inmediato y la tensión subió a niveles letales.
—¿Por qué no dejas de hablar entre líneas y lo d