Conduzco por un rato hasta encontrar una tienda nocturna para comprar una muda para nosotras y luego vamos por un café. Lo que menos quiero es que mi hermosa princesa se enferme.
"¿Estás segura de que no tienes frío?" le pregunto preocupada cuando ya estamos camino a su departamento.
"No, de verdad estoy bien, fue una tarde muy linda, muchas gracias". sintoniza la música que le gusta a volumen moderado y seguimos conversando todo el camino.