Después del último ataque, donde la más perjudicada fue Clara, todo ha encajado para que resuelva sus problemas con Estefan y, al mismo tiempo, mejore su defensa. Siempre estuvo acostumbrada a pelear en equipo con otros lobos, pero este grupo es distinto, así que ha tenido que adaptarse y entrenar arduamente. Su entrenador personal es su obsesivo y perfeccionista novio vampiro, lo que la deja exhausta cada noche.
Los cachorros están a pleno con sus estudios, aprendiendo sobre el mundo, su historia y cómo relacionarse. Sus tutores los hacen avanzar a un ritmo increíble; son como esponjas, absorbiendo todo y aprendiendo rápido. Pero no todo es estudio, también hay mucha diversión. Desde que el pequeño Kevin me declaró su amor y la guerra a mi sangre, los pasillos se han convertido en un campo de batalla, con ataques tras ataques y bromas estratégicas, de las cuales estoy segura de que Tim es la mente maestra, hasta asaltos grupales con mordidas y arañazos. Pensé que Cassandra se molesta