"¿Por qué tanto apuro? Aun con ropa puesta te puedo llevar a la luna", me susurra en el oído y luego me muerde, lo cual provoca que se escape otro gemido. "Estúpido... ahh, solo quita...", vuelve a mi boca mientras yo desabrocho su pantalón y meto mi mano para encontrarme con... mierda, me mira y me sonríe con orgullo. ¡Maldito creído! "¿Te gusta lo que estás tocando?" "Idiota", se ríe y vuelve a besarme, dejando una huella de besos en mi cuello hasta llegar a mis senos. Desaparece toda la ropa y nos encontramos completamente desnudos. Es un verdadero Adonis, un cuerpo perfecto. Cuando se empieza a acomodar, le doy la vuelta dejándolo debajo. "Disfrutaré esto a mi manera", le digo al subir encima de él y sentirlo. "No soy como los demás", me dice con una sonrisa fanfarrona.
Cuando despierto, él aún está a mi lado. A decir verdad, estuve durmiendo casi encima de él. Cuando dijo que no era igual que los demás, de verdad es mil veces mejor que cualquier chico con el que haya estado.
"Per