Capítulo 121
La cara de Camila se sonrojó cuando él coqueteó con ella. Durante todo el camino, solo pudo recibir en silencio los cumplidos de Jeremy.
Sonrojada, Camila espetó:
—Lo llevaré a casa, señor Langley. Se sentirá mejor mañana después de una buena noche de sueño.
Pero la respuesta de Jeremy fue:
—¿Me haces compañía, cariño?
¡Por supuesto que no!
Camila no podía creer por lo que estaba pasando.
Al notar su silencio, Jeremy dijo:
—Hoy es mi cumpleaños. ¿No vas a celebrar este día conmigo, cariño?
—¿Esa gente no te ha acompañado para celebrar tu cumpleaños? —murmuró Camila, y lo miró de reojo.
Jeremy la miraba fijamente. Su corazón dio un vuelco al notar la expresión expectante en su mirada pensativa, tan sincera como la de un cachorro.
¿Estaba deseando celebrar su cumpleaños con ella?
En un principio, Camila podría haberlo dejado en su mansión y así regresar sola a casa. Sin embargo, rara vez tenía la oportunidad de ver ese lado de él. Era amable, y su mirada no era