Capítulo 328
—Mi compañero de cuarto —respondió Noé.
Lena lo miró con incredulidad. Al ver que su mirada era clara y que parecía decir la verdad, hizo un puchero y dijo:
—¡Si alguna vez descubro que tienes una relación con otra persona, estás muerto!
—No seas tonta, Noé —le dio unas palmaditas en la cabeza e intentó cambiar de tema—. Deberías comer más. Cuando te cargué ayer, estabas más ligera que antes.
En opinión de Noé, las mujeres no debían ser demasiado delgadas, o sufrirían de anemia y otras afecciones. Un cuerpo sano y bien formado era, sin duda, lo mejor.
—¡No! No puedo salir en cámara si engordo —dijo Lena, haciendo un puchero mientras lo señalaba con un dedo—. Los hombres dicen que no es bueno estar muy flaca, pero cuando una engorda, les da asco.
—No, no lo haré —respondió él.
—¡Hmph! —resopló Lena—. Puede que a ti no te importe, pero a mí sí. Me da miedo que te canses de mí si engordo y me dejes por otra. Al fin y al cabo, también dependo de mi físico para vivir