12. ¿Acaso no ves que está muerta…
—¡Rosalba! Deben salir —grita a todo pulmón.
Observa cómo un enorme árbol se desploma, aprisionando a la vivienda y amenazando con derrumbarla.
Sin pensarlo, brinca con todas sus fuerzas, transformándose y dándole el control a Thor.
Se interpone entre el pesado tronco y la casa, justo a tiempo para detener el desastre. Recibe el brutal golpe… la ferocidad del impacto destroza una de sus patas delanteras.
El crujir de sus huesos no lo detendrá. Aunque aulle de dolor. No puede retroceder, debe asegurar el tronco.
Su cabeza también tiene algunas astillas de madera clavadas, pero siente que no es momento de lamentarse. Con destreza lanza el árbol a lo lejos, despejando el peligro.
El dolor es insoportable; sin embargo, su deber y responsabilidad priman. Se transforma en su forma humana. Sabe que su lobo pronto lo curará. Es el Alfa de Alfas.
La diosa le ha brindado la habilidad de crear un atuendo para cubrir su desnudez.
—¡Señora Rosalba! —exclama, golpeando con fuerza la puerta, consci