CAPITULO 7. Inocencia
CAPITULO 7. Inocencia
—Ni siquiera deberías considerarlo. —La voz del hombre que la abrazaba era profunda y serena, como si viniera de alguien muy sabio y con un motivo muy poderoso para decir las cosas—. Nunca, jamás pienses en darle el gusto de desaparecer a tus enemigos. Nadie vale tu vida, Charlotte, nadie.
El solo hecho de que mencionaran su nombre hizo que la muchacha retrocediera vivamente y lo mirara con ojos desorbitados. Frente a ella había un hombre que pasaba de los cuarenta años, con la frente surcada por arrugas de dolor y de experiencia, pero que definitivamente seguía siendo muy atractivo. Alto, fornido y sofisticado, y sobre todo tenía una seriedad que helaba la sangre.
—¿Usted quién es? ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Por qué… por qué…?
—Mi nombre es Lawrence Dalton, y soy la persona que puede ayudarte —respondió él.
—¿Ayudarme? ¿De verdad? ¿Cree que alguien me puede ayudar? ¡Respóndame! ¿Cómo sabe mi nombre?
—Como mismo sé que te hubieras congelado en una banca en el parque