PELEAR POR TI. CAPÍTULO 45. Límites
Salir de aquel restaurante no era el problema. La cuestión era hacerlo con la mole de frustración que era Kyle delante de ella.
—Oye, Adriana… Adriana espera…
—Ahora, no, Kyle. Tengo que volver a la oficina —respondió ella con un tono tan gélido que hizo al pelea