No tenían que ofrecérselo dos veces. Jhon estaba más que emocionado de poder volver al ruedo con su reina, la empujó hacia la habitación y antes de que ella volviera a abrir los ojos, él ya estaba más desnudo que al venir al mundo.
—Tengo que reconocerlo. ¡Eres muy guapo! ¡Demasiado guapo! —rio ell