—No tienes de qué preocuparte —le dijo Billy a Jhon tres días más tarde—. Estuve monitoreando la decisión del juez.
—¿Espiando?
—¿No es lo que hacemos?
—¡Ah, sí, perdón lo olvidé por un minuto! —se burló Jhon—. ¿Qué encontraste?
—El juez está descolocado, el jefe de la policía está histérico y e