Noémi se quedó de pie, petrificada en aquella puerta mientras miraba a Zack, que estaba en el umbral con una maleta y una bebé en los brazos.
Cuando Chiara llegó junto a ella con curiosidad, la impresión fue compartida.
—¿Zack...? ¿Qué haces aquí? —balbuceó.
—Será mejor que se sienten —dijo él en