—¿Doscientos... doscientos mil...? ¿Le conseguiste un patrocinio de doscientos mil dólares anuales al niño? —exclamó Zack sin poder creerlo.
—¿Es muy poquito?
—¡No, es mucho para alguien a quien todavía le faltan dos años para la liga profesional! —exclamó Zack—. El primer patrocinio que yo conseg