CAPÍTULO 84: PAGAR POR TUS ACCIONES.
CAPÍTULO 84: PAGAR POR TUS ACCIONES.
Mansión Becker
Amanda terminaba de darle de comer a su hijo cuando llamaron a la puerta. El timbre sonaba incesante.
—¡Voy! ¡Ya voy! —dijo, mientras se dirigía a la entrada.
Cuando abrió la puerta, varios agentes de la policía entraron rápidamente.
—¿Ustedes… qué hacen aquí? ¿Por qué…?
—¿Quién es? —Marcus terminaba de abrocharse los puños de la camisa y bajaba las escaleras. Sus cejas se fruncieron al ver a los oficiales—. ¿Qué hacen en mi casa?
—Señor Becker, queda usted detenido por los cargos de robo y tráfico de menores —dijo uno de los agentes con seriedad.
—¡¿Qué?! Tiene que haber una equivocación, ¡yo no soy culpable de nada! —exclamó Marcus, su voz llena de incredulidad y desesperación.
Amanda abrió los ojos como platos y se apresuró a intervenir.
—¿Quién acusa a mi marido? ¡Él no ha hecho nada! ¿Quién…?
—Las pruebas fueron presentadas en el juicio —respondió el oficial con firmeza—. Usted robó y vendió al hijo de su ex esposa, Isabella Col