¡Dónde está Missie!
Juanne bajó a recibir a los visitantes que venían a traer a Missie. Pero se encontró con una brigada especial de la policía y el alcalde Monroe.
–¿Dónde está Missie? –les dijo–. Pensé que venías a traerla.
–Cuando veníamos, un auto se atravesó y me obligó a detenerme, eran como diez hombres armados y varios autos. Me obligaron abajar de mi carro y se la llevaron. Los guardaespaldas llamaron a las autoridades y aquí están. Al parecer es un secuestro. –Explicó Gordon
Juanne lo tomó por la solapa y le gritó:
–Si tú estás involucrado en esto, ¡te juro que te mato, desgraciado!
Los detectives separaron al hombre de Juanne.
–Por favor tranquilícese. Estamos investigando, al parecer son forasteros. Esperaremos a que se comuniquen con usted.
Los detectives se quedaron en la puerta del rancho mientras que Juanne y el alcalde Monroe subieron al despacho.
Después de un largo rato, Juanne le pregu