PERSÉFONO
La sala de recepción estaba completamente impecable, Nikolaos había hecho un gran trabajo, los invitados llegaban y nos saludaban, todos con ropa bonita.
Helena y Cassandra aún no habían llegado.
Caminé alrededor de la casa y me serví más vino, la casa estaba llena de caras que nunca había visto, vi a Hermes saludar a todos los que parecían conocerlo bien.
Hermes… Aún estaba muy enojado con él, lo había arruinado todo con Hades.
- Prueba a sonreír, o pensaron que estás pasando por una crisis matrimonial.- Hécate apareció a mi lado, estaba deslumbrante con un vestido del color de sus ojos, sosteniendo una copa de vino en sus manos mientras hablaba.
- Sabes que no existe el matrimonio real. - murmuré.
- Lo sé, pero ellos no saben y no queremos llamar la atención indeseada.- Respondió, con los ojos fijos en los míos.
Luego, al mirar esos ojos, me vino a la mente algo que Hades me había dicho como una señal.
No pudo encontrarme y para decir tal cosa debió buscarme... solo me enc