Mientras viajamos al lugar del evento no puedo evitar sentirme mal por lo de mi padre, veo a la carretera y no puedo evitar que salga una lágrima de mis ojos.
—Hija ¿Qué pasa? —menciona mi madre mientras limpia mi lágrima con su pañuelo.
No puedo arruinarle el día a mi madre, tengo que sonreír.
—Mamá—digo sorprendida mientras sonrío.
—¿Qué pasa mi bella? —me pregunta con dulzura.
—Nada, solo me pico un poco el maquillaje en el ojo—tomo su mano y sonrío—Estoy bien mamá—digo para luego recargarme en su hombro.
Después de algunos minutos de camino al fin llegamos, el chófer nos ayuda a bajar para después entrar al salón.
Al entrar nada es igual, faltan muchas personas importantes aquí aunque el que este mi madre conmigo eso me